Aerotermia: la mejor alternativa para sustituir tu caldera de gas o gasoil

Cada vez más hogares y negocios están dando el paso hacia sistemas de climatización más eficientes y sostenibles. Uno de los cambios más inteligentes en este camino es sustituir las calderas tradicionales de gas o gasoil por un sistema de aerotermia. ¿Por qué? Porque la aerotermia no solo reduce el consumo energético, sino que también mejora el confort, disminuye la huella de carbono y, a medio plazo, representa un importante ahorro económico.

¿Qué es la aerotermia?

La aerotermia es una tecnología que extrae energía térmica del aire exterior para climatizar espacios y producir agua caliente sanitaria (ACS). Funciona mediante una bomba de calor aire-agua, capaz de captar calor incluso con temperaturas exteriores por debajo de 0 °C. A diferencia de las calderas convencionales, no necesita combustibles fósiles ni procesos de combustión, lo que la convierte en una solución mucho más limpia y segura.


 

1. Ahorro económico en la factura energética.

Uno de los principales beneficios de la aerotermia es su elevada eficiencia energética. Por cada kWh de electricidad que consume, puede generar entre 3 y 5 kWh de calor. Esto se traduce en un ahorro de hasta el 70% en comparación con una caldera de gasóleo y entre el 40 % y 60 % frente a una de gas natural.

Además, si se combina con una instalación fotovoltaica, el coste de funcionamiento puede reducirse prácticamente a cero, generando un sistema de climatización autosuficiente.


 

2. Sistema todo en uno: calefacción, refrigeración y ACS

A diferencia de las calderas, que solo ofrecen calefacción y agua caliente, la aerotermia puede ofrecer también refrigeración en verano (modo reversible), actuando como un aire acondicionado suave a través del suelo radiante o fancoils. Esto permite un control climático integral durante todo el año con un solo sistema, eliminando la necesidad de equipos adicionales como splits o aires acondicionados.


 

3. Energía limpia y menor impacto ambiental

Al no quemar combustibles fósiles, la aerotermia no emite CO₂ ni gases contaminantes en el punto de uso. Esto supone una reducción directa de la huella de carbono del hogar o negocio. Para una vivienda media que consuma 1.500 litros de gasóleo al año, el cambio a aerotermia puede suponer una reducción de más de 3 toneladas de CO₂ anuales.

Además, cumple con las normativas europeas de descarbonización y se alinea con los objetivos climáticos del Pacto Verde Europeo.


 

4. Mayor seguridad y menos mantenimiento

Las calderas de gas y gasoil implican riesgos asociados a la combustión, como fugas, incendios o intoxicaciones por monóxido. La aerotermia, al no usar combustión, elimina estos riesgos por completo.

Además, los costes de mantenimiento son más bajos: sin quemadores, sin depósitos de gasóleo, sin chimeneas… solo un circuito frigorífico y componentes electrónicos que requieren revisiones mínimas, similares a las de un aire acondicionado.


 

5. Revalorización del inmueble

Instalar un sistema de aerotermia mejora la calificación energética de la vivienda, lo que se traduce en una mayor valoración en caso de venta o alquiler. Cada vez más compradores valoran la eficiencia energética como un factor decisivo, y la presencia de un sistema de aerotermia se percibe como una mejora moderna, eficiente y ecológica.


 

6. Compatibilidad con instalaciones existentes

Un sistema de aerotermia puede conectarse a radiadores de baja temperatura, suelo radiante o fancoils, e incluso a algunos radiadores convencionales, aunque en este último caso podría ser recomendable su sustitución para maximizar el rendimiento.

Esto permite una transición progresiva, sin necesidad de realizar una reforma integral, y adaptando el sistema a las características de la vivienda.

 


Conclusión

Cambiar una caldera de gas o gasoil por aerotermia es una decisión que combina eficiencia, sostenibilidad y confort. Es una inversión de futuro que mejora la calidad de vida, reduce el impacto ambiental y supone un importante ahorro en la factura energética.

Si estás pensando en dar el paso hacia un sistema más moderno, limpio y rentable, la aerotermia es, sin duda, una de las mejores opciones disponibles en la actualidad.