El cierre de Almaraz incrementa el riesgo de apagones en España: el almacenamiento con baterías, una solución clave
10/04/2025
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Ir a listado de noticiasEl reciente informe anual de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), conocido como ERAA 2024, ha encendido las alarmas en el sector energético español. El documento, que cuenta con datos de Red Eléctrica de España, confirma que el riesgo de apagones en nuestro país aumentará de forma significativa a partir de 2026. ¿La razón principal? El cierre progresivo de la central nuclear de Almaraz, prevista entre 2027 y 2028.
Este complejo nuclear, ubicado en la provincia de Cáceres, ha sido uno de los pilares fundamentales de la generación eléctrica en el sistema nacional. Su clausura supondrá la desaparición de una fuente estable y constante de energía, lo que pone en riesgo la seguridad del suministro, especialmente en momentos de alta demanda o baja producción renovable.
Según el estudio, para el año 2026 se estima un riesgo de hasta cuatro horas anuales de interrupciones en el suministro eléctrico. Esta cifra se eleva a 4,8 horas en 2028, año en el que los dos reactores de Almaraz habrán cesado completamente su actividad. Además, el informe alerta sobre la falta de viabilidad económica de hasta 9,2 gigavatios de capacidad instalada en ciclos combinados de gas entre 2026 y 2035, lo que agravaría aún más la situación.
Ante este escenario, el almacenamiento energético se convierte en una pieza clave del futuro energético del país. La planificación nacional ya contempla una meta ambiciosa: alcanzar los 22 GW de almacenamiento para el año 2030. Esta capacidad permitiría dar soporte a la creciente producción renovable, evitar cortes y equilibrar la red eléctrica cuando la generación no sea suficiente para cubrir la demanda.
En este contexto, el papel de empresas como Esesol es fundamental. Nuestra compañía apuesta firmemente por la instalación de sistemas de autoconsumo fotovoltaico complementados con baterías de almacenamiento, tanto para clientes residenciales como industriales. Esta solución no solo contribuye a reducir la factura energética y la dependencia de la red eléctrica, sino que se convierte en una medida de resiliencia ante posibles cortes o inestabilidad en el suministro.
Las baterías permiten almacenar el excedente de energía solar producido durante el día para su uso en las horas nocturnas o en momentos donde la generación renovable no es suficiente. Esta capacidad de gestionar la energía de forma eficiente ofrece al usuario mayor control, autonomía energética y tranquilidad frente a un futuro que se presenta con incertidumbre.
Además, el impulso de la tecnología de almacenamiento no solo responde a una necesidad técnica, sino también a un compromiso con la sostenibilidad. Al integrar baterías en las instalaciones solares, se maximiza el aprovechamiento de una energía limpia y local, reduciendo la dependencia de fuentes fósiles o nucleares, así como las emisiones contaminantes.
La transición energética está en marcha, pero debe acelerarse. La actual situación demuestra que no basta con instalar placas solares: es necesario pensar en el sistema como un todo. La generación distribuida, el autoconsumo y el almacenamiento son piezas inseparables del nuevo modelo energético. En Esesol creemos que el almacenamiento con baterías debe dejar de ser visto como un complemento y empezar a entenderse como una infraestructura crítica para la seguridad del suministro en los próximos años.
A nivel industrial, los beneficios se multiplican. Las baterías permiten realizar una gestión avanzada de la demanda, evitando penalizaciones por excesos de potencia y facilitando la participación en mercados de flexibilidad. También aportan seguridad en procesos sensibles, evitando parones productivos ante posibles microcortes o caídas de tensión.
La Administración, por su parte, debe continuar apoyando este tipo de soluciones a través de incentivos económicos, facilidades fiscales y la agilización de los trámites para su instalación. El cumplimiento de los objetivos del PNIEC solo será posible con una colaboración real entre el sector público y el privado.
En conclusión, el cierre de Almaraz marca un antes y un después en la planificación eléctrica de España. La apuesta por la energía renovable debe ir acompañada de inversiones decididas en almacenamiento energético. En Esesol trabajamos cada día para que nuestros clientes puedan adelantarse a los cambios, ganar independencia energética y formar parte de una red más estable, limpia y segura.
Porque el futuro de la energía no solo se genera: también se guarda.